Tratamiento Residencial
El tratamiento residencial que ofrece el Hogar San Ignacio es una opción para aquellas personas con consumos problemáticos, con diversos grados de afectación en su autonomía, que no cuentan con una red socio-afectiva que posibilite la contención en sus lugares de residencia.
Este dispositivo brinda una respuesta residencial, que se realiza por un tiempo determinado para que las personas puedan dar luego continuidad al tratamiento de manera ambulatoria en base a sus necesidades terapéuticas, con carácter transitorio y con inclusión social, manteniéndose integrada a la red de servicios de salud, educación, deporte, etc.
Se realiza un proceso de admisión, que consta en el primer acercamiento del usuario y su familia a la institución, mediante entrevistas que tienen como objetivo, despertar la conciencia de enfermedad en caso de que no estuviese presente, a través del diálogo y con ciertas preguntas, destinadas a lograr el compromiso del consultante y la familia hacia el tratamiento.
Se realiza una evaluación diagnóstica presuntiva, (teniendo en cuenta que el diagnóstico es un proceso continuo) que será física, psíquica, social, ambiental, judicial, espiritual y existencial.
- Física: chequeo clínico general, planificación de las derivaciones a odontólogo, neurólogo, oftalmólogo, fonoaudiólogo, traumatólogo, etc.
- Psíquica: entrevista con Médico Psiquiatra y con dos Psicólogos.
- Social-Ambiental: se realiza un informe.
- Judicial: acercamiento y asesoramiento judicial (en caso necesario) y legal.
- Económico: una vez finalizada la admisión, se realiza asimismo una entrevista con miembros de la Asociación Civil, donde se acuerda un compromiso económico posible para los familiares o quien acompañe, no siendo excluyente la imposibilidad de afrontarlo para que el futuro residente pueda realizar su tratamiento.
El tratamiento consta de terapias individuales, grupales y psicofarmacología (de ser necesaria), formando parte de una estrategia que se articula con talleres deportivos, expresivos o artísticos, que no son vistos como pasatiempos sino como un estímulo para el acceso al plano creativo-dramático en el que se favorecen las elaboraciones de las conflictivas personales.
Para hacer posible este tratamiento, en el Hogar San Ignacio trabajan mancomunadamente un equipo de Profesionales, Psicólogos, Psiquiatra y Operadores. Asimismo, se cuenta con un cuerpo de profesores y voluntarios que dan instrucción y apoyo en los numerosos talleres y actividades para residentes, egresados y familiares.
El Hogar San Ignacio se centra en buscar a quien nadie busca, ofreciendo un servicio y atención preferencial a personas en situación de vulnerabilidad con consumos problemáticos, así como también carentes de recursos económicos y psicosociales que puedan brindarles un contexto de contención familiar, y que experimentan condiciones de especial fragilidad y precariedad. Por este motivo, si bien el dispositivo residencial no es gratuito, el Hogar San Ignacio está abierto a contemplar un compromiso económico posible para los familiares o quien acompañe, no siendo excluyente la imposibilidad de afrontarlo, para que el futuro residente pueda realizar su tratamiento.
Las actividades que son implementadas tienen un fin terapéutico. Nada de lo que se realiza dentro del tratamiento se encuentra librado al azar. Cada actividad, herramienta, taller y cualquier otro accionar dentro del programa, tiene por finalidad un abordaje terapéutico integral, tanto del residente como de su familia, sin dejar de lado su contexto social inmediato (redes de familiares y/o amigos), trabajando con su red afectiva, cuya presencia es indispensable para su genuina recuperación. El tratamiento se basa en valores y se avanza en el mismo una vez cumplidos los objetivos del proceso de cada sujeto, respetando la individualidad y derechos de cada uno.
El tratamiento en el Hogar San Ignacio es integral, dado que incluye los aspectos físico, psíquico, social y espiritual.