Quiénes Somos
El Hogar San Ignacio es un espacio terapéutico abierto que ofrece tratamiento a quienes padecen Consumo Problemático de Sustancias. La organización ofrece dos tipos de dispositivos: Residencial y Ambulatorio.
El objetivo primordial del Hogar se focaliza en buscar al que nadie busca. Desde la lógica terapéutica con la que se trabaja, se intenta que tanto el paciente como su red vincular puedan reelaborar el padecimiento, recibiendo acompañamiento y contención por parte del Equipo de profesionales de la organización.
Inspirado en los valores de la fe católica, el Hogar San Ignacio tiene el propósito de que los pacientes puedan reemplazar su problemática de consumo y conductas de riesgo, por hábitos psíquicos y físicos más saludables y cuidados.
La propuesta terapéutica que se plantea, tiene la finalidad de que los concurrentes puedan desarrollarse en libertad, fortaleciendo sus redes vinculares, espirituales, y alcanzando su bienestar físico y psíquico.
Historia
Monseñor Casaretto, siendo obispo de San Isidro, crea en 1997 el Equipo Diocesano de Drogodependencia (EDIDRO) para abordar la problemática de consumo de sustancias de la Diócesis de San Isidro. Con el objetivo de poder dar respuestas que se ajusten a tal problemática, el 1 de noviembre del año 2001 se funda el Hogar San Ignacio, organización que brinda diversas alternativas terapéuticas para tratar el consumo problemático de sustancias.
A partir del año 2012, gracias a la iniciativa de un grupo de personas cercanas al Obispado de San Isidro, se conforma la Asociación Civil Hogar San Ignacio. La misma, en estrecha vinculación con el Obispado, comienza a responsabilizarse formalmente de administrar el funcionamiento del Hogar, afrontando la enorme cantidad de gastos que implica tal compromiso.
La Asociación no solo propicia un espacio para abordar interdisciplinariamente la problemática de consumo, sino que funciona como soporte de las comunidades de la Iglesia que se encuentran en barrios marginales, facilitando de este modo, que personas de medios y bajos recursos tengan la posibilidad de acceder a un tratamiento accesible y digno.
En cuanto al modo de financiación, el Hogar se sostiene gracias a las donaciones particulares que recibe.